En los sueños que descarto en el llanto silenciado en los ojos ausentes del futuro sin fe. En mis manos vacías, en tus pulmones sin aire en mi voz sin garganta en mi vía sin tren. En las semanas cargadas de domingos constantes en la voluntad derrotada de mis libros sin alma. En tu pecho caliente en tu mirada sin juez en tu abrazo rompiente y así otra vez y otra vez.
Circularidad de mi desgano
